La previsión meteorológica para
la regata no estaba nada clara, situación típica primaveral.
El día se despierta gris, frío y
con el cielo presagiando lluvia.
Por mi parte, un constipado primaveral inoportuno mina mi habitual
estado de ánimo.
Desayunamos, acudimos a la
reunión, acabamos de montar el barco
y salimos al agua.
Se ha anunciado aplazamiento en
mar, mientras montan la línea de salida.
Debido al viento del este, han de
montar una boya de demarque.
La colocan, señal de atención….
Hay al menos cincuenta barcos en el agua. Hay una regata costera y la puntuable para el campeonato de Cataluña, Primero vamos a salir los de tripulación, luego a dos y finalmente los solitarios. Después saldrán los de la costera, con rumbo a Torredembarra y vuelta.
Nosotros, arrumbados al 220 hacía la Plataforma Casablanca.
Corremos la línea de salida y decidimos salir más cerca de la costa, aunque en contra de toda la flota y esta vez sin preferencia.
Salimos relativamente bien, un poco retrasados desde el pitido, y nos vamos encontrando a la flota de frente. Nos disponemos a virar para evitar altercados, pero vemos que los primeros ya han virado, por lo que aguantamos el tipo y mantenemos el rumbo (nuestra salida era la buena…..) avanzados, evitamos algún barco y seguimos rumbo hasta ver el bordo bueno, viramos y directos hacía la boya.
Hay mucho barcos, pero vamos avanzando sin reparos.
Cuando ya nos aproximamos a la boya, por nuestro babor se nos acerca el White Spirit, pretende pasar entre nosotros y la boya… me dice que me va a pedir agua, pero le digo que nada de eso (jeje), me abro un poquito y le aviso de que pasamos los dos… nos quedan 70 millas de regata…
Viramos la boya, y nos encontramos a toda la flota de a2 que han salido cinco minutos más tarde y suben de ceñida. Pasamos todos sin mayores contratiempos –aunque muy cerquita unos de otros-
Una vez superada la flota –en esto que a los solitarios ya les han pitado señal de atención- ponemos rumbo a la plataforma y nos disponemos a izar el asimétrico.
Pequeño pollo, la driza del espi estaba pasada por detrás del genova y se enrolla al izar, arriamos, sacamos la driza y la colocamos bien. Volvemos a subir y esta vez vuela….
Ajustamos rumbo, vamos a un 130. Hay unos 10-12 nudos de real y un metro de oleaje, mar de fondo.
Vemos más de 8 nudos en la corredera y no bajamos de los siete largos. La sensación es magnífica. Volamos¡¡¡¡
Me encanta este spi…. Se va abriendo el día y aparece el sol. Hasta parece que me encuentro un poco mejor.
Vemos a los de delante, que no se nos despegan mucho y también hay bastantes barcos atrás.
Durante bastante rato navegamos cerca del White Spirit, hasta que deciden irse hacía la izquierda para orzar algo más. Nosotros mantenemos el rumbo directo a la plataforma, llevamos un rumbo cómodo aunque no dejamos de trabajar el asimétrico, vigilando las orzadas, ya que la intensidad del viento en ocasiones aumenta.
Van pasando la horas y seguimos devorando millas. Se nos acerca una manada de delfines, juegan con la proa del barco, se cruzan, saltan, siempre es un espectáculo ver a estos animales. Les hacemos un par de videos para la posteridad.
Al cabo de las horas, se vislumbra a lo lejos la silueta de la Plataforma, surgiendo entre la bruma. Perfecto, vamos directos y a toda velocidad.
Hacemos una trasluchada, que sale regular pero acabamos resolviendo bien la maniobra.
Finalmente llegamos a la Plataforma, como siempre con su remolcador vigilando la distancia de seguridad que exigen, arriamos spi con algún apuro y sacamos el genova para ir ciñendo para virar la plataforma.
Coincidimos en la virada algunos barcos, Dennis, a las 15:30. Hidra II a las 15:40. Cometa a 2. Glob, 15:42. White Spirit, Travieso, 15:55. Salao Tu, Irisea, Isurus, Glove, a las 16:00. Xarel, 16:05. Big Sur, Enigma, Flint, PetrouchkaII, y una vez virada iniciamos la subida al rumbo 30.
Al principio dudamos entre poner el spi o mantener el genova ya que llevamos un descuartelar si vamos a rumbo directo.
Vemos que otros barcos empiezan a ponerlo y nos animamos, aunque tenemos que abrir un poco el rumbo.
Mantenemos una buena velocidad, el oleaje se ha reducido y el sol se mantiene, aunque el frente que viene por poniente empieza a ser evidente.
Somos optimistas, si nos mantenemos así en unas horas estamos en la línea de llegada. Calculamos que sobre las 22 horas podríamos entrar…
Vamos subiendo, conforme avanzamos el viento empieza a descender, seguimos con el spi.
Empieza a oscurecer, y se aleja de previsión de llegar temprano. Nos preparamos para la noche y posiblemente para la lluvia.
Van pasando las horas y cada vez la hora estimada de llegada es más lejana, ya que vamos bajando la velocidad.
A partir de las 20 horas, ya la situación se complica. Se escuchan por la radio los primeros abandonos. El viento ha bajado y se hace difícil mantener un mínimo de velocidad y mucho menos mantener un ángulo de ceñida aceptable.
Anochece, a las 21:30 horas estamos a 14 millas de Vilanova, pero flotando.
22:00 horas, se hace la rueda de los barcos que quedan en regata, todos están como nosotros.
Estas 14 millas se hacen eternas, empieza a llover, primero de forma muy ligera, casi imperceptible. Luego con intensidad. La oscuridad es absoluta. No vemos las velas. La mar plana, con una leve ola producto del mar de fondo. Sólo escuchamos el ruido del agua al caer en cubierta deslizándose por las velas.
23:00 horas, 24:00 horas, 01:00 horas seguimos igual. Es una lucha contra el desaliento, contra la renuncia, esperando que entre el poniente anunciado, pero no acaba de entrar. Por el este se observan algunas tormentas, con aparato eléctrico que ilumina toda la mar.
Sé que en la mente de la tripu ronda la palabra “retirada”, aunque nadie dice nada… están callados, sentados aguantando el chubasco, mientras estemos dentro del “tiempo límite” hay que aguantar.
Ya vemos el faro verde de Vilanova, cada vez llueve con más intensidad, entra una brisa, que aprovechamos aunque no dura mucho y vuelve a caer el viento.
Estamos agotados, con frío, humedad, y no hay manera de avanzar.
Finalmente a las 03:36 horas de la madrugada nos pitan la llegada…tras 17 horas 6 minutos y 51 segundos de regata.
Aún quedan barcos por entrar.
Volvemos a Port Ginesta, nos quedan aún dos horas de travesía.
Ponemos motor y rumbo directo a puerto. Hay que vigilar los palangres, que la zona está infectada. Ricardo se coloca en la proa con una linterna y con su chaleco y línea de vida.
Mientras avanzamos empieza a subir el viento, vamos con la mayor izada, pero dado que está subiendo bastante, opto por arriar e ir a rumbo directo a casa. Por el este la tormenta se hace notar, truenos, relámpagos que vemos como caen al mar. La tripu en silencio…
Luego vuelve a bajar el viento y la navegación se hace más cómoda hacía casa.
Llegamos a puerto, estamos exhaustos….
Jordi, mimando el spinakker |
la flota ... a nuestra popa |
los delfines |
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