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ARTÍCULOS

24 de marzo de 2016

2016-03-24.29 REGATA RUTA DE LA SAL 2016

Ruta de la sal 2016

Esta regata era algo especial.  Aunque tengo en mi maleta varias Sales como tripulante, ésta era mi primera Sal como armador/patrón, tras un par de Petroleras y dos Ophiusas frustradas…

Volvíamos a plantearnos las regatas de altura¡¡¡

Sólo cuatro tripulantes, algo justo para una regata tan larga, pero todos con muchas ganas e ilusión.

Han sido unos meses de preparación, con su cenit en la última semana para tener a punto el barco para la travesía.

El miércoles por la tarde por fin, reunión de patrones, meteo, y recepción de la organización a las tripulaciones.

A dormir temprano para estar frescos para la travesía.

A las ocho en punto de pie, no hemos pegado ojo debido al frio, pero ya estamos en marcha.  Entrego la hoja de salida en la oficina de regatas y nos disponemos a desayunar.

A las nueve de la mañana, a punto para zarpar.  Largamos amarras; tenemos por delante más de 150 millas.  La meteo no va a ser muy favorable, pues se esperan vientos de proa durante todo el recorrido.

Salimos de la bocana, el espectáculo es impresionante, el mar está lleno de velas, todo es actividad, unos izando, otros afinando trimajes, otros haciéndose fotos, etc., etc., el ambiente es festivo.  Ha salido el sol, aunque hace frio.

Nosotros subimos mayor y nos dirigimos a la barca del comité.  Hay muchos barcos en el agua, y no hay que despistarse.

Prevista señal de atención a las 09:55, ajustamos carros de genova, nos vamos situando en el barco, y suena el pitido desde la barca del comité. 

Las embarcaciones empiezan a navegar nerviosas, hay poco viento, apenas cuatro o cinco nudos, damos un par de vueltas por la línea y nos disponemos a navegarla cuando pitan el último minuto.  A nuestro barlovento tenemos al Solete-Gramona, un GS 50 que puede darnos problemas, a nuestro sotavento, el Bandit, un First 36,7 de Port Ginesta…espero que el GS no quiera largar la línea y nos meta en compromisos… cerramos rumbo en el momento justo de la salida y navegamos en ceñida sin incidencias.

No podemos hacer mucho ángulo debido a que el viento es muy suave, pero el Isurus va avanzando sin dificultad.

Miro hacia atrás y me encuentro con el tremendo espectáculo de ver a toda la flota a nuestra popa….aunque poco a poco las grandes esloras nos van alcanzando.

Vemos como parte de la flota vira para tomar el bordo tierra, pero nosotros optamos por continuar siguiendo al viento, en una ceñida cómoda y con viento flojo.

Van transcurriendo las horas, llega la tarde y mantenemos el rumbo.  Estamos en el paralelo de Cambrils, cuando tenemos que maniobrar a un carguero que encontramos en rumbo de colisión.

Empieza a subir el viento, aunque se mantiene en dirección… y así nos alcanza la noche, que gracias a la magnífica luna llena nos va alumbrando rumbo a Ibiza.

Sólo nos acompaña la estela brillante de la luna sobre la mar, y poco a poco, al unísono que el viento, van aumentando de intensidad.

Tanto es su intensidad, que la navegación se torna difícil, con oleaje y rachas de viento fuerte.  Vemos la figura de la petrolera a nuestro babor, a distancia y manteniendo el rumbo.

Decidimos poner un rizo de genova para controlar mejor el barco, ya que de tanto en tanto pinchamos alguna ola.

Sólo tenemos un barco a la vista, al que vamos alcanzando hasta que realiza una virada y se aparta de nuestro rumbo.
Las guardias, de dos horas, se suceden sin parar hasta que vemos la primera claridad del amanecer.  Estamos cansados por el esfuerzo y la tensión debido a las duras condiciones que nos encontramos.

Hemos alcanzado verdaderos records de velocidad, durante horas no hemos bajado de los 7 nudos y hemos visto más de 8 en la corredera.

Al cabo de unas horas las condiciones se suavizan, nos parece ver la isla en el horizonte.

Poco a poco, conforme va avanzando el día, la intensidad del viento se hace insuficiente para desplazar al Isurus, entrando en una zona de calmas al norte de la isla, a unas veinticinco millas; aunque seguimos avanzando lentamente.

A partir del mediodía ya ha caído por completo.  Observamos al Trasgo y al Sonsoles que vienen por detrás y que se han encontrado también con la encalmada.  Se suceden las retiradas.

Finalmente, a las 16 horas del viernes 25 decidimos la retirada.  Llevamos 30 horas de navegación con guardias intensivas y condiciones duras de mar y viento.  Me propongo entrar en puerto con luz diurna –aunque no lo conseguimos- entrando en el Club Nautic de Sant Antoni a las 22 horas.  Cruzamos la línea de llegada, situada en la enfilación del cabo Negret con la luz de la Isla Conejera a las 20 horas.

Me ha sorprendido navegar durante tantas horas sin ningún barco a la vista.

La rueda de comunicación prevista por la organización para las 20 horas del día 24 no se produjeron, provocando un desconocimiento de la situación de la flota.

He tenido la suerte de compartir esta experiencia con Álvaro, Ricardo y Ana.

Álvaro, impecable al timón. Solvente con los rumbos y compañero de muchas horas en la mar.

Ricardo, colaborador indispensable y hombre de las mil manos, manteniendo la tensión durante toda la regata.

Ana, las comunicaciones y el posicionamiento de la flota son su dominio.

Entre todos hemos conseguido disfrutar navegando, dejando atrás los malos ratos y sumando lo positivo.

Tengo un mal sabor de boca por la retirada. Como siempre, al minuto de comunicar la decisión a la organización, me arrepiento. 

He propuesto al equipo, eliminar esta opción salvo para situaciones de fuerza mayor…  RETIRARSE NUNCA SERÁ UNA OPCIÓN EN EL ISURUS¡¡¡

La próxima llegaremos…


 las fotos: https://goo.gl/photos/eZdk2ajcEJBzw4AT8