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ARTÍCULOS

2 de julio de 2016

2016-06-23 REGATA MENORCA SAN JUAN - TROFEO ALFONSO XIII

Por primera vez estamos inscritos en la mítica Regata Menorca San Joan, que parte del RCNB arrumbando a Menorca, concretamente a Mahon. 

Es una regata que nos ha hecho siempre mucha ilusión. Menorca es una isla a la que nunca hemos ido, y lo hacemos coincidiendo con las fiestas de San Juan. 

Aunque el traslado del Isurus de Port Ginesta a Barcelona lo hicimos la pasada semana, el ajetreo diario me había impedido preparar el barco. 

El jueves, a primera hora acudo a las instalaciones del Real Club Náutico de Barcelona para organizar un poco la estiva, preparar la ruta y acabar de verificar la documentación de la inscripción. Empieza a acudir la tripu y montamos la maniobra, marco llegada en el plotter, etc. 

Participan unas 30 embarcaciones, entre las que destacan algunas unidades de Swan 45 class; un Swan 42 CS, Grand Soleil 45, el X38P Miriapolo y el 35 match del amigo Raúl Voces -quien además organiza el famoso Trofeo Caldereta) en ORC. 

A las 12 de la mañana se celebra la reunión de patrones. No existe una banda prescrita para dejar la isla de Menorca. Nos pasan el parte meteorológico; en el entorno del anticiclón se preve una caída del viento durante la noche, lo que hace presagiar una larga travesía. 

La salida está prevista para las 15 horas. La singularidad del puerto de Barcelona hace que haya que preparar la salida a mar, por cuanto el puente de acceso a la zona comercial se abre cada 30 minutos, y el campo de regatas suele estar algo alejado del mismo. Aunque pretendo salir en el turno de las 13:30, no es hasta las 14 horas cuando lo hacemos. Las salidas desde el RCNB son siempre espectaculares puesto que solemos salir todas las embarcaciones a un tiempo y se suelen amontonar en el canal principal. En esta ocasión no iba a ser de otra manera y nos encontramos al menos 15 ó 20 barcos disputándonos ese pequeño espacio. 

Finalmente suena la señal que anuncia la apertura del puente, los peatones se agolpan en el extremo, tras la valla y los barcos se apresuran a salir entre saludos y fotografías que realizan los turistas. 

Ya en la rada, motor a buen ritmo y hacía la bocana, confiando en no encontrarnos a algún megacrucero de los que acostumbran a amarrar en la ciudad. 

Una vez fuera de la bocana, nos disponemos a acercarnos a la línea de salida, establecida a milla y media al 70 de la luz verde de la bocana. 

El viento térmico sopla con fuerza, entre 18 y 20 kts, del SW lo que no ayuda a realizar una salida tranquila precisamente. Somos uno de los barcos más pequeños de la flota y hay que tenerlo en cuenta para evitar que nos desventen o nos perjudiquen en alguna maniobra por la mayor velocidad de éstos. 

Primeras dudas sobre poner un rizo, pero finalmente lo descarto, pese a la insistencia de Didac optando por amollar mayor. 

El comité ha montado una boya de desmarque, que nos marcará el rumbo directo a Mahon - 135 -  Aunque maniobramos bien para salir por el lado del comité, se me cuela un GS 40 (Askareetxe) que no respeta nuestro sotavento y me hace entrar en compromiso con el Dufour 40 (Dennis) al que maniobro perdiendo la posición, aunque evito tener que virar en redondo para evitar llevarme al comité por delante...  Salgo finalmente detrás de ellos aunque soy de los últimos en cruzar la linea. Destacar que los 20 nudos de intensidad con que soplaba el garvi en el momento de la salida no ayudaban mucho y contribuyeron a que mi gaznate estuviera seco como si hubiera tragado arena del Sahara...

Pero la regata es muy larga. La flota vira pero nosotros mantenemos el bordo mar para disfrutar de viento limpio. Montamos la baliza de desmarque en las últimas posiciones pero vamos a rumbo de la flota. Conforme pasan las horas vemos que mantenemos las distancia con la cabeza de la flota e incluso avanzamos a algunos participantes. 

Optamos por la opción táctica de dejar Menorca por estribor. Raul del White Spirit me ha chivado que nunca nadie ha ganado esta regata dejando la isla por babor, es decir por el sur, por lo que como no queremos romper la tradición decidimos ir por el norte.

Van pasando las horas y seguimos a rumbo, manteniendo distancias. El viento se ha tranquilizado aunque sopla con suficiente intensidad como para llevar un buen ritmo. 

Las guardias se suceden entre Alvaro y yo, dos horas a tope y descansar. Esta es nuestra rutina. Se pone el sol, regalándonos unos paisajes espectaculares, una luz increible que no es posible plasmar en una imagen. No hace frío. Vamos bien. El barco va fino. 

Durante toda la noche, el cielo se puebla de estrellas. Aunque hay luna llena, tarda en aparecer y nos regala una visión espectacular de la esfera celeste. No caben tantas estrellas en ese cielo, hasta que la luna empieza a destacar por el horizonte y suaviza el brillo de éstas, mientras el viento va bajando progresivamente hasta el amanecer, donde acaba por caer del todo. Vemos con envidia como los barcos que llevamos delante van avanzando mientras nosotros nos vamos quedando en un mar plano y silencioso. Son las 5 de la mañana cuando el viento no es capaz de mover las seis toneladas del Isurus y nos condena a una agonía que dura diez horas...  En ese tiempo apenas hemos avanzado unas millas.  No tenemos contacto por radio ni con el White ni con el Miriapodo.   Por radio, las retiradas se van sucediendo.
No quiero ni oír la palabra retirada. Está fuera de nuestro vocabulario. La tripulación casi amotinada, que si no llegaremos a la Caldereta, que si nos pasaremos otra noche navegando, etc, etc....  Hago números. Estamos a unas 58 millas de Mahon. Son las 15 horas del viernes. Nos quedan 10 horas a motor para llegar a Mahon. No llegamos a la caldereta.  Uffff. Tiempo límite 08 horas del sábado, o sea 15 horas. Tenemos que hacer una media de 3,8 nudos y eso en el supuesto que el viento suba de inmediato. 

En conclusión, ni llegamos en tiempo ni llegamos a la caldereta....

Intento contactar por radio con el White, negativo. Con el Miriapodo, negativo. Con el comité, negativo...

Y tomo la amarga decisión de arrancar el Yanmar... Nos retiramos. Maldita sea, con lo bien que ibamos....

Ahora a rumbo directo para Mahon. Vemos otra puesta de sol inmensa. Vemos las estrellas que durante unas horas, hasta que aparece la luna, algo más nueva que la noche anterior, son la única fuente de luz. 

Vamos a tener que entrar en el puerto natural de Mahon de noche, cosa que no me hace ninguna gracia, puesto que no lo conozco. Aunque esta balizada la entrada. Esta vez llevamos la lección aprendida -desde Sant Antoni- y nos hemos mirado la situación del club marítimo de Mahon, lo que unido a la señalización existente facilita la aproximación y entrada. Desde luego Mahon de noche es precioso....

A las 02 horas del sábado amarramos al Isurus... 35 horas. 

Estamos hambrientos, pero no hay ningún local que tengan la cocina abierta así es que, siguiendo los consejos de los amigos del Trasgo, metemos en el horno unas pizzas que habíamos incluido en la lista de víveres.... Y, que buena idea!!!  Entre Didac y yo, con ayuda de Ana, devoramos dos pizzas que nos saben a gloria. 

Nos encontramos con tripulantes del Miriapodo, quienes nos dan cuenta de lo exquisita que estaba la caldereta... El año que viene no me la pierdo... 

Entre estibar el barco, cenar y organizarnos se nos han hecho las 5 de la mañana. A dormir. Mañana hay que madrugar.

Sábado 08:00 AM. Suena el despertador. Estoy agotado. La tripu duerme. Tengo que entregar la hoja de llegada a la oficina de regatas. Está cerrada...

Se rumorea por los pantalanes la entrada de norte. No son buenas noticias. Ese viento lo necesitábamos ayer. 

Tras desayunar, vuelvo a la oficina de regatas donde entrego la hoja de llegada, confirmo la previsión con Jaime y Silvia del White. Me ronda por la cabeza volver lo antes posible. La tripu no está muy de acuerdo, a mi también me gustaría disfrutar de esta bella ciudad menorquina al menos unas horas, pero....la travesía de ceñida con castaña no me seduce nada. 

Llegamos a un acuerdo. Mientras las chicas van a hacer unas compras de recuerdos y comida para la vuelta, los chicos baldeamos, limpiamos y preparamos el barco para la vuelta. 

Sobre las 12, de nuevo a bordo y listos para partir. Coincidimos con los barcos que salen de sus amarres para disputar la divertida regata Alfonso XIII que se celebra en el puerto. Ya empieza a soplar....Soltamos amarras.

Aunque la primera idea era deshacer el camino, optamos por ir por el sur para tener el resguardo de la isla frente al viento del norte que ya es intenso.

Atravesamos por el magnífico paisaje de la isla del Aire, con sus aguas someras y de un azul indescriptible, para seguir bordeando la isla en busca del rumbo directo a casa..

Al cabo de unas horas, y ya sin el resguardo de Menorca, nos encontramos un mar revuelto con oleaje que irá subiendo de intensidad durante toda la noche. La travesía es incómoda, porque el mar de fondo  - de más de un metro - nos obliga a gobernar sin piloto automático.  

Guardia a guardia, hora a hora, vamos avanzando con una mar formada y un viento que no cesa de intensidad. No es hasta la salida del sol cuando empiezan a bajar y nos permiten una cierta relajación. 

A unas doce millas de Port Ginesta, tenemos que maniobrar a un mercante que está prácticamente fondeado frente a las costas de Garraf, justo a nuestra proa.  Lo controlo con el AIS, me da que está parado, pero lo pasamos por su popa, ello hace que nos retrasemos un poco más...

Salvado este último obstáculo, entramos en nuestro puerto base a las 13 horas del domingo 26.  Tras 25 horas de travesía. 

Desde el jueves 23 al domingo 26 hemos estado en tierra apenas 10 horas...

La retirada no nos deja buen sabor de boca, aunque en esta ocasión, no tenemos duda alguna de que no hubiéramos llegado en el tiempo límite.  Tampoco pudimos compartir la cena con los amigos del White Spirit y del Miriapodo, ni disputar la regata en el interior del puerto de Mahon.

El año que viene...
Fotos -> https://goo.gl/photos/4VFs3Uc6TtMGA2kd8

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